domingo, 3 de abril de 2011

VIVIMOS en un mundo narcotizado (Por el dinero y el poder) de Valentín Arenas Amigó

Quiero compartir con ustedes un artículo que fue publicado en el Diario 2001 de Caracas Venezuela de Valentín Arenas Amigó.

"...No hacemos referencias al consumo cada vez más extendido de la cocaína, la morfina y la marihuana identificadas como nocivas para la salud. Al menos hay conciencia del daño que hacen. Nos referimos más bien al poderío económico que funciona como una droga en los países capitalistas y al poderío político que es otra droga que se consume libremente en las dictaduras comunistas. La apetencia por el dólar, el euro o el bolívar hace que se desconozca el respeto debido a los valores superiores del hombre cuya dignidad, que nace de ser hijos de Dios, queda así relegada. El poderío político y económico total hace que se ignore también esa dignidad y esos valores humanos que justifica el comunismo haciendo creer que la justicia social es su meta cuando los beneficios sólo le llegan después a unos cuantos burócratas o nuevos oligarcas. En ambos sistemas de vida los valores humanos han sido relegados por valores materiales que lejos de promover a la persona humana la destruye. Pero como esto parece filosofía, vamos a confirmarlo en la vida real actual.

Quien duda que en las naciones de Occidente se practica la democracia como sistema político? Nadie lo duda, verdad, y si la practican es porque la consideran el mejor sistema. Por eso no se entiende por qué mantuvieron excelente relaciones con Hosni Mubarak durante 36 años y con Gadafi durante 42 años. Tendrá que ver esta política mantenida durante tanto tiempo con el petróleo cuyo valor económico y estratégico desplazó las libertades y derechos humanos tanto de los ciudadanos egipcios como de los libios? Preguntamos ¿por qué siendo ambos sistemas de vida contrarios a la dignidad humana Occidente le dio su respaldo y convivió tanto tiempo con esos autócratas?

Quien duda que los regímenes de la ex Unión Soviética, de la Europa del Este y Cuba izaron también la bandera de la justicia social para tomar el poder en nombre del pueblo que les creyó. Después la justicia, que es un valor humano como lo es también la libertad, fue olvidada y sustituida por regímenes que, drogados por el poderío, olvidaron su promesa de liberar a sus pueblos y hacer una justicia social que nunca llegó sino el hambre, la miseria y con ellos también la esclavitud. Cuando los soviéticos instalaron una base en la Isla de Cuba para tener a su alcance como objetivo a los Estados Unidos, que entonces era su enemigo, podía haberse sacado a Castro del poder pero se optó por cambiarles esa base por otra que Estados Unidos tenía en Ucrania. Negocio entre dos grandes potencias que defendían sus intereses. La contrapartida fue la esclavitud y el hambre para un pueblo durante 52 años. De nuevo la droga del poder prevaleció sobre los valores humanos como la vida, la libertad y la justicia.

Y para terminar, ahora mismo, la ONU se dilató demasiado para ir en la defensa del pueblo libio, que estaba siendo masacrado por un dictador con cara de matón. A eso le llaman “prudencia” pero revela una muy baja valoración de los derechos humanos en este caso del pueblo libio. Se repite el mismo error. El problema es privilegiar los VALORES humanos sobre el negocio y sobre el poderío y no el negocio y el poderío sobre los valores humanos..."

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