martes, 19 de julio de 2011

El ejemplo como promoción de valores

En la comunidad donde vivimos, en donde gastamos la mayoría de nuestros días, aquellos lugares, alrededores, la comunidad, siempre destacamos personajes. Cuántas historias, detalles, manías y recuerdos aquellos personajes, de aquellos lugares, nos forman.
Cuántas ocasiones nuestras mamas, nuestras nanas, nuestras familias, nos comparan, o nos ponen de ejemplo al bueno de Pedrito o Claudita.
Cuántas ocasiones vemos aquel señor que vive en el edificio antes de llegar a la esquina que se para a las 5:30 am para trabajar, día tras día, como si un programa instalado en el cerebelo le inyectara tal tesón.
Cuántas veces vemos aquella pareja joven, aquellos que recientemente se han dicho sí, pujando, apoyándose.
Cuántas veces vemos al del kiosco, al de la panadería, etc.

Todas estas imágenes me vinieron el domingo durante la homilía de la eucaristía. El sacerdote hablaba de sembrar dentro de nuestra comunidad todos los mejores valores, sólo cumpliendo, sólo bien-siendo, sólo formando comunidad, sólo siendo padre, sólo siendo madre, sólo siendo hijo, ya que ese ejemplo es contagioso. Se comparaba esto con la levadura que no se ve pero que se vierte en la masa y la hace crecer.
(Mateo 13,24-43).

Y concluyó con una comparación maravillosa, con una anécdota de San Francisco de Asís que quise compartir y que tal vez sea más concluyente y ilustrativa que todo mi palabrero:


Un día San Francisco de Asís invitó al Hermano León a predicar. Salieron del convento, recorrieron la plaza del pueblo y luego regresaron al convento. Entonces el fraile preguntó a Francisco:
"¿A qué hora vamos a predicar? Aún no hemos hablado"
Francisco le respondió:
. "Ya lo hicimos; ya hemos predicado". 
"Pero si no hemos dicho nada!", repuso el Hermano León.
Entonces Francisco le aclaró:
"Si nos parecemos a Cristo, quienes nos vieron ya se quedaron pensando en Él. Ya les predicamos con nuestro ejemplo, pues un hombre que está lleno de Dios, lo comunica a todos".

martes, 12 de julio de 2011

"Sistema?"

Odio usar el cliché: "el sistema no sirve", me parece que este slogan ha sido utilizado en demasía por sectores y personas que en realidad no proponen, solucionan o contribuyen. Sin embargo, me es difícil expresar o hacer entender en ocasiones (seguramente en conclusión mi nivel literario no es lo suficientemente bueno) que tal como se piensan, se negocian, se estandarizan, se copian y se hacen las cosas, el camino a la destrucción de nuestro planeta es inminente.
Cavilando como hacer llegar mi idea a través de este blog, pensé que tal vez es mejor colocar una seri de ejemplos. Siempre ha sido el ejemplo un buen método de hacer entender situaciones -pero !cuidado!, un ejemplo no es una definición general ni tiene su nivel de implicación.
Ejemplo 1: En estos días hemos tenido en casa un problema con las llaves de agua de la regadera de la ducha. Ustedes saben el típico goteo que se venía intensificando. Decidimos poner orden en el asunto: no es posible derrochar ese nivel de agua.
Tal como se hacía hasta no hace mucho, el trabajo consistía en comprar una goma y sustituirla, dejando todo el conjunto o pieza igual, pero este caso es diferente. La llave que habíamos instalado sin saberlo llevaba un "vástago de cerámica", una nueva tecnología que de nueva tendrá mucho pero de tecnología poco. Este tipo de vástagos al empezar a fallar se deben sustituir completamente, es decir, hemos pasado de sustituir una goma por una pieza de unos 400 gr. que puede ser de cobre o cromo, y que en su interior lleva un paso de cerámica.
Todo este cambio tecnológico con el único fin de que el usuario final solo gire la llave unos 45 grados, y no tenga que darle muchas vueltas a su llave. A eso le llaman Innovación.
Pero esto no termina aquí. Salí en busca de dos vástagos y los compré con fortuna bastante rápido y sin mucha asesoría, pero desafortunadamente al llegar a casa y hacer la instalación me dí cuenta de que no servían: era más cortos. Cada fabricante dispone en el mercado de diferente forma de vástago, y casualmente el que yo necesitaba es el que menos se encuentra en inventarios.
Ante situación tenía dos opciones o cambiar todo el sistema de regadera -lo cual implica romper paredes y cerámica para su instalación- por un nuevo fabricante o seguir buscando un nuevo vástago (también me plantearon comprar las llaves individualmente, pero al igual que el vástago son de baja rotación).
Ejemplo 2: En una pequeña bahía en las costas gallegas (España) un pueblo pesquero empezó a quejarse de la llegada de una trasnacional que instaló con aprobación de autoridades locales unas jaulas para la cría de salmón. Hasta ahora todo parece normal, ¿por qué se quejaría esta gente?, si esto son puestos de empleo y aumento en las revenues del municipio por los impuestos que pagaría esta nueva empresa.
Pues las personas ven algo que no ve el "sistema":
La mayoría de puestos de empleo no beneficiarán directamente a la gente local.
La construcción de las jaulas se hace en una de las zonas con mayor acumulación y riqueza de fitoplancton, necesario alimento para la fauna marina local (moluscos y otros peces), que si es fuente de ingreso de los pescadores de la zona.
La contaminación casi nula de la zona se tornaría un problema.
La producción de cierto tipo de moluscos y mariscos descendería produciendo demanda insatisfecha.
Y algo que la trasnacional niega, es que en el momento en que se enfermen salmones en las jaulas, los pescadores aseguran, se verterán medicinas y químicos que pueden ser hasta nocivos para seres humanos.
Si en el ejemplo anterior el argumento era la innovación y confort, ahora es el crecimiento económico, la generación de puestos de empleo, negocios estratégicos, satisfacción de demanda de consumo de salmón, etc.
No sé si ahora entenderá aquel que lea estas líneas a que me refiero específicamente con "el sistema no sirve", pero en estos casos y muchos otros "los remedios son peores que las enfermedades". Al parecer los únicos objetivos en ambos casos son el incremento de ventas, de ganancias. No existen consideraciones ni estudios de externalidades y consecuencias.
En cualquier estudio de ciudades o países más contaminantes del mundo que se escoja, siempre un 80% de ellas pertenecen a países en desarrollo, como el "sistema" quiere ahora llamar: mercados emergentes.
Estos mercados emergentes tienen que satisfacer una serie de requisitos, exigencias y estándares para continuar siendo catalogados como tal. En caso contrario vendrá el lobo: huída de los capitales e inversión.
El caso China y su consumo desmedido de materia prima (y sin saber sobre su nivel de contaminación y condiciones de mano de obra) es preocupante para todos. Está siguiendo el mismo paso que realizaron países desarrollados durante el siglo 20 pero a una escala infinitamente mayor.
Creo que está demás que diga "debemos hacer algo..." y bla bla bla, pero cuándo empezamos?

(NOTA: digo en ocasiones sistema sin señalar a alguien en específico. Me parece que estamos en una situación que se retroalimenta, en la que algunos factores son fortuitos, otros son provocados con fines e intereses de una minoría y otros han sido instalados de manera permanente en nuestras costumbres y pensamientos)

domingo, 10 de julio de 2011

Naturaleza del Hombre (II)

Retomo el título de una de las entradas o publicaciones de este mismo blog, que había robado de la publicación de un libro de Leslie Stevenson (Siete Teorías de la Naturaleza Humana de 1974).
Y además he querido colocarle: parte II, tal como si de una saga hollwoodense hablásemos (espero no confirmar aquello de segundas partes nunca fueron buenas), pero no quiero perder la idea de que en ese entonces comenzó con una discusión entre amigos.
Recordaba que años atrás en un afán de balancear tantos números y ciencias exactas de mis estudios de pregrado, asistía a clases de filosofía. No recuerdo exactamente el número de cursos de este tipo a los que asistí, pero si recuerdo muchas frases, teorías, planteamientos que recogíamos de grandes figuras a lo largo de la historia y que me dejaron pensando en el vacío e insignificancia de mi existencia.
Y qué mejor para recordar que revivir. Releí uno de aquellos libros, una síntesis que enmarca varios, interesantes y más influyentes planteamientos acerca del humano. El libro?, ya lo nombré: Siete Teorías de la Naturaleza Humana (Leslie Stevenson 1974).
Stevenson se pasea por Platón, el Cristianismo, Marx, Freud, Sartre, Skinner y Lorenz. Para cada uno de aquellos expone una teoría del universo (nuestro marco), teoría del hombre, un diagnóstico, una prescripción (cómo digerirlo) y una discusión crítica (puede o no, usted estar de acuerdo).
Pero sin tanto rodeo, vayamos al asunto que quiero tomar: la naturaleza de los valores humanos.
En la página 170 de la edición en español del año 99 de Ediciones Cátedra, Stevenson nos dice:
"... Platón defendió la objetividad de estos valores en su teoría de Ideas..." Hago un alto para explicar brevemente esto. La teoría de Ideas de Platón era un planeamiento en el que la realidad y lo inteligible forman nuestro Universo. Las Ideas son lo inteligible, aquello no sensible, aquello que no es modificable, aquello que es esencia y existe sea o no pensado. Por tanto para Platón los valores eran esencia nuestra, Ideas que no podemos modificar, forman nuestra naturaleza y no podemos mutarlas (continúa Stevenson) "...Skinner no encuentra el menor fundamento en aceptarlos, si no es en términos de la supervivencia de la especie. El Cristianismo afirma que los valores morales están, en última instancia, dados por Dios; Marx, Freud y Lorenz los atribuyen a las varias presiones de la sociedad , y Sartre dice que los elegimos por nosotros mismos. Estos desacuerdos son básicos, y los problemas que suscitan son principalmente filosóficos. Su estudio es de la especial incumbencia de la Filosofía moral.
Quizá sea este el lugar oportuno para llamar la atención sobre la concepción del hombre que ofrecen los grandes filósofos morales. En la Ética de Nicómaco de Aristóteles, en el Tratado de la naturaleza humana de Hume, en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres de Kant, en el Utilitarismo de Stuart Mill, y en los modernos sucesores de estos filósofos, encontramos concepciones éticas basadas en una concepción general de la naturaleza humana (como aclara explícitamente el título del tratado de volúmenes de Hume). Y aunque las bases filosóficas de estos sistemas éticos difieren en muchos respectos, podemos discernir algunas características en común. Puede decirse que dichos sistemas basan sus prescripciones sobre la vida buena o recta en ciertos hechos generales e incontrovertibles acerca de la naturaleza humana -que los hombres desean evitar el dolor, que necesitan alimento, abrigo y sociedad de otros hombres, que desean encontrar un propósito a su vida y disfrutar del placer del ejercicio de sus múltiples capacidades, libres de interferencias..." 
Obviamente, si lee usted el libro, tendrá una más profunda visión de estos planteamientos, que por cierto ha sido alimentada con tres teorías más en una nueva edición "Diez Teorías de la Natrualeza Humana", pero parece, tal como lo explica Stevenson, que los valores y la ética son parte fundamental del ser humano a lo largo de todos los tiempos. Excepto por Sartre en cuya "condena a la libertad" debe agregar los valores a otra forma o expresión de libertad, todos los pensadores concuerdan en lo importante de los valores como medio efectivo para nuestras relaciones interpersonales. Incluso Skinner lo sostiene como una adaptación de subsistencia como individuo o especie (creo haber tocado este punto en otra entrada: el hombre ha perdido su conciencia como especie).
Entonces si los fundamentos filosóficos de nuestra historia, aquellos que definen lo que somos hoy (al menos para el mundo occidental) coinciden en dar importancia a un capítulo ético, por qué se cumple aquella metáfora que dice que nuestros tiempos son los pies de barro de un gigante cuya cabeza de oro y torax de bronce fue desarrollada de nuestros predecesores griegos.