Una vez más los medios: televisión, radio, prensa escrita, etc se presentaron expectantes a la reunión que sostuvieron los países europeos para fijar posiciones y estrategias como grupo ante la crisis que enfrentan.
La nota, el hecho, la situación que cubrió la semana, que llenó titulares, que vendió ... digamos pues, fue que Inglaterra decidió (bueno digamos: David Cameron) no unirse a ese plan conjunto.
Luego vendría la ráfaga de noticias alrededor es ésta: Sarkozy no saludó a Cameron!, el representante del partido en coalición con Cameron en el gobierno de Inglaterra no se presentó en la Cámara para escuchar las razones de aquél, la visita de Geihtner por el viejo continente, etc
La salvación de una moneda única copó al mundo entero. Una salvación que pasa por el sacrificio de unos y la no renuncia de estatus, poder y privilegios de parte de otros.
Al mismo tiempo en un ambiente más cálido, veraniego, a miles de kilómetros, escondidos entre playas se reunían representantes del mundo sin la magnificencia del Sr. Sarkozy o la importancia de la Sra. Merkel para ver qué hacer con un fastidioso convenio llamando "Protocolo de Kioto".
Como si salvar el planeta fuera menos importante, demandante o estimulante, los resultados de 11 días de reuniones concluyeron en un menor consenso que aquellas celebradas para salvar el Euro.
A través de los documentos resultantes de las reuniones y de los reportes de medios, el único punto "importante" que pude extraer fue:
- La extensión del Protocolo de Kioto. En un momento en que todos creían que después de los infructuosos intentos de Copenhage y de Cancún, Durban sería la muerte para este acuerdo, al menos se acordó dar un tiempo, una extensión a Kioto.
No es lo que realmente necesitamos (muchos científicos dicen que aunque hoy se detuvieran las emisiones de dióxido de carbono, los efectos de todo lo que hemos arrojado perdurarían decenas de años en el ambiente) pero al menos es algo.
Ya en los días posteriores un hecho similar al que Cameron protagonizó en la cumbre "Euro" -aunque menos mediáticamente cubierto- se produjo: Canadá se retira del protocolo alegando que los mayores emisores como EEUU y China, además de países emergentes como India y China no están en el protocolo ni siquiera de forma no vinculante o voluntaria. Mucha razón tiene el argumento canadiense pero en este momento creo que debemos anteponer el bien común y sumar la mayor cantidad de esfuerzos.
Es realmente triste lo que ha pasado y además poder ver a través de contraposiciones lo que verdaderamente nos está interesando a todos como especie. Es tan evidente que las consecuencias del cambio climático y del calentamiento global nos afecta de manera económica -punto que a todos nos duele- que debería ser el punto de partida para poder ir cambiando pensamientos.
Creo que he tratado de repetir muchas veces en este blog: el potencial que existe en el desarrollo de nuevas fuentes de energía y de la utilización de los millones de toneladas de basura es amplísimo.
Tal vez (creo humildemente) éstos deberían ser más puntos a discutir en este tipo de reuniones.
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