Con este título empieza un artículo publicado en un diario regional español (La Región - Ourense) en la popular sección de todos los periódicos del mundo: "Cartas al Director".
Traigo íntegro esta participación del día 8 de marzo de 2014 de Juan García (Cáceres) por la claridad de su exposición y el uso adecuado de sustantivos que en este caso de especial del aborto llegan a confudir al más seguro fanático de ambos extremos.
"... "Ser madre sí o sí" era el título de un escrito sobre el aborto y el proyecto de ley. La autora, una mujer, escribía con sabiduría y ciencia. El argumento principal: "Ninguna ley puede obligar a ser madre, como ninguna ley puede obligar a abortar. Una decisión y otra son exclusivamente responsabilidad personal". Hay que reconocer que cuando dice "ninguna ley puede obligar a ser madre" tiene razón. También es cierto que "ninguna ley puede obligar a abortar", pero lo que sí puede hacer una ley es prohibir abortar, ya que el aborto implica muerte y en este caso el del más inocente. Así pues, ¿una ley que prohibe abortar obliga a ser madre? No, ya que una madre es madre antes que su hijo nazca, es madre desde que su hijo es engendrado.
El proyecto de ley no obliga a "ser madre sí o sí" sino que lo que hace es permitir que el hijo continúe viviendo, primeramente dependiente de la madre y una vez nacido con una menor dependencia. El aborto lo que hace es que una madre sea madre de un hijo muerto, pues continúa siendo madre, como si un hijo ya nacido se le muere por otra causa. Ciertamente que "abortar es traumático", en muchos casos más que la muerte natural del hijo ..."
Mi opinión? ... bueno: más claro solo el agua.
En estos temas siempre viene a salir el tema de los derechos personales. El derecho de ser madre o no ser madre, el derecho sobre mi cuerpo o sobre otro cuerpo, etc. Estamos siempre prestos a recordarles a todos
nuestros derechos (no estará mal hacer eso) pero se nos olvidan nuestras responsabilidades y los derechos de los otros (que a menudo están muy ligados).
Sólo debemos pensar hasta que punto nuestros derechos cercenan los de otros.
Hasta que punto el exigir nuestros derechos o su ejecución viola el derecho de otro.
Hasta que punto nuestros derechos son más importantes que los derechos de otros.
Es más importante el derecho sobre el cuerpo que el derecho de vida de otro.
Qué dicen aquellos que quieren abortar acerca de la adopción, esterilización, prevención, etc
Este tema da mucha tela que cortar, y seguramente nunca podremos ponernos de acuerdo. Solamente a través de la práctica del sacrificio, responsabilidad, empatía y respeto podremos acercas partes y llegar a consensos más allá de la muerte de seres inocentes e indefensos.